Había una vez dos hermanas.
La hermana mayor caminaba siempre delante de la menor
para que la menor supiera donde ir.
La mayor llevaba a la menor al río
donde flotaban boca arriba.
La mayor solía decir:
Mete la cabeza unos centímetros,
luego abre los ojos y levanta la vista al sol.
La menor:
Se me va a meter agua en la nariz.
La mayor;
Venga, hazlo.
Así que la menor lo hizo
y todo su mundo se llenó de luz.


(fragmento